UN DÍA PARA EL ORGASMO FEMENINO.

 

Cada 8 de agosto se celebra el día internacional del orgasmo femenino como forma de desmontar esa serie de mitos, tabúes, misterios y silencios qué envuelven el  placer femenino producto a la violencia machista.

El orgasmo tiene muchas definiciones, según el campo desde el que se estudie. No obstante, una definición básica, clásica y genérica spe encuentra en que es el punto alto a nivel sensorial que da lugar al placer intenso por la relajación de un conjunto de tensiones neuromusculares, lo que provoca que la mente esté —durante segundos— en un pensamiento fijo. Analicemos algunos elementos importantes al respecto:

El orgasmo femenino es experimentado como una sensación de liberación intensa y placentera, acompañada de contracciones involuntarias en los músculos del msuelo pélvico. Aunque hay varias formas de alcanzar el orgasmo, la estimulación del clítoris es una de las más efectivas en la mayoría de las mujeres.

Se estima que alrededor del 65-70% de las mujeres necesitan estimulación directa en el clítoris para alcanzar el orgasmo, mientras que otras pueden experimentarlo a través de la estimulación del punto G o durante el coito. La duración del orgasmo femenino puede variar, pero típicamente dura entre 3 y 20 segundos. Algunas mujeres pueden experimentar múltiples orgasmos en un periodo corto de tiempo.

El orgasmo femenino no solo produce una sensación intensa de placer, sino que también tiene beneficios para la salud. Durante el orgasmo, el cuerpo libera endorfinas, serotonina y oxitocina, hormonas que generan una sensación de bienestar y relajación. Diversos factores pueden influir en la capacidad de una mujer para experimentar un orgasmo, como el estrés, la fatiga, los trastornos hormonales, la falta de excitación sexual o problemas en la relación de pareja.

Aunque el orgasmo femenino puede ser más complejo de alcanzar que el masculino, es importante recordar que cada mujer es única y las experiencias sexuales pueden variar ampliamente de persona a persona.  Se puede clasificar en tres tipos vaginal, clitoriano y mixto. Si bien las contracciones se modificarán en relación con el origen del estímulo, todas comparten la esencia.

En resumen, el orgasmo femenino es una experiencia única y placentera que puede variar de mujer a mujer. Es importante explorar y comunicarse con la pareja para descubrir qué funciona mejor para cada individuo. La educación sexual, la salud pública y las políticas de igualdad son las piedras angulares para conseguir que el conocimiento sobre el orgasmo femenino se equipare al masculino y así ponerle fin a la dependencia y a los tabúes.

La ayuda especializada es una alternativa oportuna en función de la salud sexual y el funcionamiento de la pareja:

 
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